
El año pasado en el sur y Zona Maya de Quintana Roo se vivió una atípica temporada de lluvias, la cual dio paso a una fuerte sequía
Viernes 14 de Agosto de 2015
Chetumal 13 de agosto del 2015.-La intensa sequía que impactó al sur y Zona Maya de Quintana Roo durante el 2014, fue un problema del que pobladores de Lázaro Cárdenas aún resienten afectaciones, pues cuando menos una veintena de ellos no sembraron este año después de haber perdido casi toda su siembra de autoconsumo, por lo que actualmente están juntando los recursos que necesitan para cultivar el año entrante.
Existen alrededor de 20 familias de esta comunidad bacalarense que tampoco tuvieron siembra este año, de acuerdo a palabras del mismo Jesús Cruz y del delegado del poblado, José María Higareda Contreras.
Lo que impidió que las familias poder trabajar la tierra en esta temporada fue la difícil situación económica en la que viven, así como los daños a sus cultivos que causó la intensa sequía del 2014.
El año pasado en el sur y Zona Maya de Quintana Roo se vivió una atípica temporada de lluvias, la cual dio paso a una fuerte sequía que se agravó con la aparición de la canícula, que es una temporada que se caracteriza por el aumento de las temperaturas y la disminución de las lluvias.
Estos fenómenos ocasionaron que los campesinos de Lázaro Cárdenas perdieran casi en su totalidad sus cultivos de maíz y sorgo, que les sirven para su alimento y el de sus animales de granja, así como para comercializar, aunque en pequeñas cantidades.
El perder casi toda su cosecha les ha traído afectaciones que a la fecha aún continúan resintiendo, ya que de sus cultivos obtienen los insumos para sembrar de nuevo, además de que el poco producto que venden les ayuda a economizar los gastos requeridos para el proceso de la próxima siembra.
Sin embargo, al no tener producto que les sirva para resembrar y reducir costos, fueron alrededor de 20 familias de Lázaro Cárdenas las que se vieron imposibilitadas para sembrar este año, pues necesitan juntar los recursos económicos que emplearán en la limpieza de sus parcelas, la compra de las semillas y de plaguicidas, así como otros gastos requeridos en sus cultivos.
Para cultivar una hectárea de maíz se requieren entre 5 y 6 mil pesos, dinero que debido a su lastimada economía, y ante la falta de empleo en su comunidad, es una cantidad que a la mayoría le es muy difícil de conseguir.
Además de estos gastos, también tienen que costear el alimento de los animales que crían, pues al no tener producción tampoco disponen de la comida de sus vacas y borregos.
Quienes se dedican a la crianza de ganado, como vacas y borregos, han tenido que vender varios de sus animales para ir consiguiendo el dinero de la siembra del próximo año, aunque desafortunadamente muchos son estafados por los “coyotes” que, aprovechándose de la necesidad de los campesinos, les pagan cantidades miserables a cambio de sus animales.
El problema de no poder cultivar este año es primera vez que ocurre, pues por ser gente que depende y vive de la agricultura, año con año se ha dedicado a esta actividad.
Fuente/Redacción
Existen alrededor de 20 familias de esta comunidad bacalarense que tampoco tuvieron siembra este año, de acuerdo a palabras del mismo Jesús Cruz y del delegado del poblado, José María Higareda Contreras.
Lo que impidió que las familias poder trabajar la tierra en esta temporada fue la difícil situación económica en la que viven, así como los daños a sus cultivos que causó la intensa sequía del 2014.
El año pasado en el sur y Zona Maya de Quintana Roo se vivió una atípica temporada de lluvias, la cual dio paso a una fuerte sequía que se agravó con la aparición de la canícula, que es una temporada que se caracteriza por el aumento de las temperaturas y la disminución de las lluvias.
Estos fenómenos ocasionaron que los campesinos de Lázaro Cárdenas perdieran casi en su totalidad sus cultivos de maíz y sorgo, que les sirven para su alimento y el de sus animales de granja, así como para comercializar, aunque en pequeñas cantidades.
El perder casi toda su cosecha les ha traído afectaciones que a la fecha aún continúan resintiendo, ya que de sus cultivos obtienen los insumos para sembrar de nuevo, además de que el poco producto que venden les ayuda a economizar los gastos requeridos para el proceso de la próxima siembra.
Sin embargo, al no tener producto que les sirva para resembrar y reducir costos, fueron alrededor de 20 familias de Lázaro Cárdenas las que se vieron imposibilitadas para sembrar este año, pues necesitan juntar los recursos económicos que emplearán en la limpieza de sus parcelas, la compra de las semillas y de plaguicidas, así como otros gastos requeridos en sus cultivos.
Para cultivar una hectárea de maíz se requieren entre 5 y 6 mil pesos, dinero que debido a su lastimada economía, y ante la falta de empleo en su comunidad, es una cantidad que a la mayoría le es muy difícil de conseguir.
Además de estos gastos, también tienen que costear el alimento de los animales que crían, pues al no tener producción tampoco disponen de la comida de sus vacas y borregos.
Quienes se dedican a la crianza de ganado, como vacas y borregos, han tenido que vender varios de sus animales para ir consiguiendo el dinero de la siembra del próximo año, aunque desafortunadamente muchos son estafados por los “coyotes” que, aprovechándose de la necesidad de los campesinos, les pagan cantidades miserables a cambio de sus animales.
El problema de no poder cultivar este año es primera vez que ocurre, pues por ser gente que depende y vive de la agricultura, año con año se ha dedicado a esta actividad.
Fuente/Redacción