Chetumal: entre el bien y el mal...
Miércoles 20 de Noviembre de 2013 hrs.
Una aplicación para todos? 

Según las nuevas disposiciones del IFE, obligarán a los partidos políticos a demostrar que tienen militantes de “carne y hueso” o, podrían retirarles el registro nacional. Es decir, ya no bastarán las famosas hojas con miles de firmas o, militantes de papel que, partidos de reciente o vieja creación presentan para acreditarse como "fuerza política".

Una disposición que ha puesto los nervios de punta a todos los partidos políticos satélites. Por lo pronto en el estado, el Partido del Trabajo, se dio por aludido y ya advirtió, que todo es un complot para “desaparecer” de un plumazo a algunas fuerzas políticas. Pues sí, que no se había dado cuenta que de eso se trata si se llenan los requisitos?

La permanencia de partidos políticos en país, que no aportan ni siquiera militantes, ya no digamos compromisos serios con la ciudadanía, porque de este modo desaparecerían casi todos, tendrán que dedicarse a otra cosa. Los gastos de subsidio que requieren esos partidos, y que nos cuestan a todos los ciudadanos, recaen en los bolsillos de dirigentes, que al final consiguen premios de consolación -aparte de recursos-, como regidores, funcionarios y, faltaba más, con legislaturas locales y federales gracias a los nefastos compromisos en los conteos de las plurinominales.

Plurinominales que en su campaña hacia la presidencia, Enrique Peña Nieto se comprometió a desaparecer y que hasta el día de hoy, el tema se mantiene como caso cerrado. Se habrá referido solo a las federales o, también a las locales. Ya lo confirmaremos en las próximas elecciones hacia el Congreso de la Unión.

“Profesionistas” sin cédula profesional

Muchos funcionarios del gobierno estatal y municipal, quedarían muy mal parados si se realizará un censo acerca de los estudios, títulos y cédulas profesionales que poseen.

Llama la atención que principalmente funcionarios del llamado “primer nivel” del gobierno estatal, se ostenten como profesionistas en diversos ramos, sin haber obtenido su cédula profesional en el registro oficial de la Secretaría de Educación Pública.

La lista sería larga, muy larga. Ciertamente podría ser el caso que por omisión, tiempo o alguna circunstancia personal, hayan realizado los estudios correspondientes pero, sin haberse titulado, mucho menos haber tramitado su cédula que lo acredita como ´profesionista. En todo caso, serían solo pasantes.

Sin embargo, sin mayor empacho, los ingenieros, licenciados en todas sus modalidades, profesoras, economistas, mercadologas y un largo etc, firman documentos oficiales que circulan en las oficinas gubernamentales, sin haber concluido sus estudios o, poseer su “charola” -pero auténtica-, que los acrediten como profesionistas. Pasa en las mejores familias...

Trabajan pero, sin remuneración

Ahora resulta que tener empleo no garantiza ingresos. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revela que en el país casi cuatro millones de mexicanos no reciben una compensación económica por su trabajo.

Según el INEGI, las últimas cifras disponibles indican que de los 49.5 millones de mexicanos ocupados, ocho por ciento no reciben ingresos, es decir, 3.8 millones de personas. Esta cantidad supera al número de mexicanos desempleados. Esto es, según los expertos, por la falta de oportunidades en el mercado laboral en el país. En el mejor de los casos, obtienen como pago techo o comida, y en el caso de los jóvenes adquieren experiencia.

Quintana Roo, no está exento de este mal. A pesar de que el estado se encuentra en la media nacional, el desempleo es una realidad que conllevará a futuro a un desastre social de altas dimensiones.

Solamente en Chetumal, la capital de este estado, la tranquilidad laboral y social ya es cosa del pasado. Luego de los despidos masivos de burócratas estatales y los cambios en el gobierno municipal, las expectativas laborales son cada vez peores.

Una ciudad que ha vivido a través de los años de la burocracia y el comercio, ha quedado semiderrotada. El éxodo de burócratas de otras latitudes, ha dejado a los chetumaleños, sin expectativas laborales, quizá en una equivocada regla aritmética.

Ni que decir del comercio, antigua actividad de la zona, ya de por sí menguada en la economía, no de los empresarios, sino de los que trabajan para ellos. Más ahora con el alza del IVA. En el aspecto turístico, la zona sur, no se acerca ni remotamente a la oferta de trabajo de la hotelería en la zona norte.

Y mientras otros municipios florecen como Cozumel y otros más enfrentan oferta y demanda laboral, como Cancún, Solidaridad y hasta Tulum con una oferta de trabajo propia del desarrollo turístico que viven, la histórica capital de Quintana Roo, Chetumal, se va desvaneciendo en espera de ser rescatada…o de que llegue su ocaso.