Le cambian equipo financiero a Carlos Mario.
Miércoles 05 de Septiembre de 2012 hrs.
Los abusos, aun en el estado más sólido, son minas sordas que tarde o temprano estallan. Y eso fue, precisamente lo que le sucedió al joven alcalde de Othón P. Blanco, Carlos Mario Villanueva Tenorio.
Quien haya conocido al “Marito” del ayer, podrán comprender el proceder del actual. Mario Villanueva Tenorio, nunca ha dejado de ser, simplemente “Marito”. Los años, al parecer lo único que le agregaron a su persona, fueron las canas y algunos kilos de más.
Y es que al joven alcalde de OPB, los asesores, los cuates y las féminas, lo acabaron. Independientemente de su inexperiencia para gobernar, el sentido común pareciera que nunca apareció por los pasillos de la derruida administración villanuevista .
Muchos consejos en un novel oído, no es cosa fácil… ni sana. Seguramente será una lección no pedida, pero experimentada que tendrá que llevar a cuestas. Muchos, han tratado, con éxito por cierto, de gobernar a través del “bonachón” alcalde. Las consecuencias están a la vista.
Pero, con todo y sus deficiencias y defectos como político, administrador y amigo, la ruina y el declive de las finanzas del ayuntamiento de la capital del estado, no ha sido toda su culpa. Eso hay que dejarlo bien marcado.
Si bien es cierto que el joven Carlos Mario olvido o no asumió su rol de alcalde, lo cierto es que sus antecesores, lo tenían bien pero, muy bien entendido y no hicieron bien su trabajo. Sobre todo, el ex alcalde y actual secretario de la Seplader, Andrés Florentino Ruiz Morcillo.
Quien no recuerda los sorteos, en donde toda familia Ruíz participaba, ya fuera del DIF o del municipal, o del propio ayuntamiento. Eso sí, con tan buena suerte, que, una de sus hijas obtuvo una casa para agregarla al patrimonio familiar. Ni que decir de su suerte para obtener las Hummers y autos que presumía. Independientemente de los excelentes premios que lograba en cada torneo de pesca en el que participaba, en donde, “casualmente” siempre obtenía los primeros lugares y los consecuentes premios.
Pero, independientemente de ello, está bien asentado en los archivos, los endeudamientos en que logró dejar a la ya de por si, derruida comuna othonense. El boquete con un creciente déficit financiero de antaño y actual, estalló. Al final, la atenuante del joven Villanueva es, simplemente compartida…los números no mienten.
Por lo pronto, Carlos Mario tuvo que claudicar ante quien, le guste o no, es su jefe: el gobernador Borge. Su altivez y falta de quehacer político, lo volvieron amnésico, a tal grado que se le olvidó la pirámide de poder. Donde se inicia y donde termina.
Por otro lado, los pretextos de su mala suerte, no se deben en estar o no, en el ánimo del “altar mayor”, eso es exagerados. Ciertamente podría existir animadversión o, hasta antagonismo como siempre ocurre en la política pero, su declive fue causal de una mala administración pública, de un despilfarro financiero y de una falta de visión por parte del joven Villanueva.
A esta altura, ya debió haber descubierto que el “canto de las sirenas” no es certero ni sano. Que la gratitud trae beneficios y que los amigos, no son los que adulan, sino los que dicen las verdades…los que ayudan, en las buenas y en las muchas malas. Y que la mitomanía no ayuda…en nada. Lástima del capital político y social que le heredó su padre, Mario Villanueva Madrid. Al jóven Carlos Mario le correspondía enarbolar el apellido.
Pero, al final, la memoria regresó y hace unas semanas señaló públicamente: acataré al tesorero que me indique el gobernador del estado. Y, con o sin su permiso, la predicción se llevó a cabo.
Joel Saurí Galué, el ex alcalde de Isla Mujeres, ex subsecretario de Hacienda del Estado, ex recaudador de rentas en BJ y ex en muchos cargos dedicados a las finanzas es, a partir de hoy, el nuevo tesorero municipal de la comuna de Othón P. Blanco. Sin duda, no será fácil pero, para suerte del novel alcalde, la experiencia de Sauri, al menos logrará que la comuna no se vaya de picada total.
El cambio de las directoras de egresos e ingresos municipales, apoyaran el trabajo de Sauri Galué (x cierto perteneció también a la administración de Villanueva Madrid). Al menos una ellas, la de egresos, podría presumir de experiencia como directora de esa área, en la época del ex gobernador Villanueva Madrid, lástima que su rendimiento no fue el mismo. O quizá, su cercanía con el grupo villanuevista que llegó a hacer y deshacer a la comuna, la desquició entre el baile de los billetes.
Queda poco tiempo para retomar el camino. Todos esperan que los nuevos inquilinos del ayuntamiento othonense, hagan milagros…por lo pronto, el primero será, que los trabajadores del ayuntamiento, puedan cobrar sus quincenas.
Quien haya conocido al “Marito” del ayer, podrán comprender el proceder del actual. Mario Villanueva Tenorio, nunca ha dejado de ser, simplemente “Marito”. Los años, al parecer lo único que le agregaron a su persona, fueron las canas y algunos kilos de más.
Y es que al joven alcalde de OPB, los asesores, los cuates y las féminas, lo acabaron. Independientemente de su inexperiencia para gobernar, el sentido común pareciera que nunca apareció por los pasillos de la derruida administración villanuevista .
Muchos consejos en un novel oído, no es cosa fácil… ni sana. Seguramente será una lección no pedida, pero experimentada que tendrá que llevar a cuestas. Muchos, han tratado, con éxito por cierto, de gobernar a través del “bonachón” alcalde. Las consecuencias están a la vista.
Pero, con todo y sus deficiencias y defectos como político, administrador y amigo, la ruina y el declive de las finanzas del ayuntamiento de la capital del estado, no ha sido toda su culpa. Eso hay que dejarlo bien marcado.
Si bien es cierto que el joven Carlos Mario olvido o no asumió su rol de alcalde, lo cierto es que sus antecesores, lo tenían bien pero, muy bien entendido y no hicieron bien su trabajo. Sobre todo, el ex alcalde y actual secretario de la Seplader, Andrés Florentino Ruiz Morcillo.
Quien no recuerda los sorteos, en donde toda familia Ruíz participaba, ya fuera del DIF o del municipal, o del propio ayuntamiento. Eso sí, con tan buena suerte, que, una de sus hijas obtuvo una casa para agregarla al patrimonio familiar. Ni que decir de su suerte para obtener las Hummers y autos que presumía. Independientemente de los excelentes premios que lograba en cada torneo de pesca en el que participaba, en donde, “casualmente” siempre obtenía los primeros lugares y los consecuentes premios.
Pero, independientemente de ello, está bien asentado en los archivos, los endeudamientos en que logró dejar a la ya de por si, derruida comuna othonense. El boquete con un creciente déficit financiero de antaño y actual, estalló. Al final, la atenuante del joven Villanueva es, simplemente compartida…los números no mienten.
Por lo pronto, Carlos Mario tuvo que claudicar ante quien, le guste o no, es su jefe: el gobernador Borge. Su altivez y falta de quehacer político, lo volvieron amnésico, a tal grado que se le olvidó la pirámide de poder. Donde se inicia y donde termina.
Por otro lado, los pretextos de su mala suerte, no se deben en estar o no, en el ánimo del “altar mayor”, eso es exagerados. Ciertamente podría existir animadversión o, hasta antagonismo como siempre ocurre en la política pero, su declive fue causal de una mala administración pública, de un despilfarro financiero y de una falta de visión por parte del joven Villanueva.
A esta altura, ya debió haber descubierto que el “canto de las sirenas” no es certero ni sano. Que la gratitud trae beneficios y que los amigos, no son los que adulan, sino los que dicen las verdades…los que ayudan, en las buenas y en las muchas malas. Y que la mitomanía no ayuda…en nada. Lástima del capital político y social que le heredó su padre, Mario Villanueva Madrid. Al jóven Carlos Mario le correspondía enarbolar el apellido.
Pero, al final, la memoria regresó y hace unas semanas señaló públicamente: acataré al tesorero que me indique el gobernador del estado. Y, con o sin su permiso, la predicción se llevó a cabo.
Joel Saurí Galué, el ex alcalde de Isla Mujeres, ex subsecretario de Hacienda del Estado, ex recaudador de rentas en BJ y ex en muchos cargos dedicados a las finanzas es, a partir de hoy, el nuevo tesorero municipal de la comuna de Othón P. Blanco. Sin duda, no será fácil pero, para suerte del novel alcalde, la experiencia de Sauri, al menos logrará que la comuna no se vaya de picada total.
El cambio de las directoras de egresos e ingresos municipales, apoyaran el trabajo de Sauri Galué (x cierto perteneció también a la administración de Villanueva Madrid). Al menos una ellas, la de egresos, podría presumir de experiencia como directora de esa área, en la época del ex gobernador Villanueva Madrid, lástima que su rendimiento no fue el mismo. O quizá, su cercanía con el grupo villanuevista que llegó a hacer y deshacer a la comuna, la desquició entre el baile de los billetes.
Queda poco tiempo para retomar el camino. Todos esperan que los nuevos inquilinos del ayuntamiento othonense, hagan milagros…por lo pronto, el primero será, que los trabajadores del ayuntamiento, puedan cobrar sus quincenas.