Levantará Gabinete Turístico federal destinos golpeados.
Jueves 21 de Febrero de 2013 hrs.
Hablando de turismo, la estrategia de Enrique Peña Nieto, es sin duda práctica, sólida y actual. Desarrollar más destinos turísticos en el país, no será parte de sus proyectos a futuro, ni tarea para su Gabinete turístico. 

Si bien, el desarrollo de nuevos productos turísticos es importante para el país, también lo es que destinos ya consolidados, reciban los recursos y la atención necesarios para consolidarse plenamente, rescatándolos para que entren en circulación. Un ejemplo: Acapulco. En el mismo tenor se encuentran: Puerto Vallarta, Riviera Nayarit; Ixtapa; Manzanillo; Loreto; Mazatlán y el Distrito Federal.

Es decir, todos los centros vacacionales de antaño, podrían ver su resplandor con esta nueva política turística del Gabinete Turístico del Gobierno Federal.

Y como decía en notas anteriores, Acapulco será, en esta administración una prioridad para el gobierno federal. Y no solo por nostalgia. Su cercanía con la ciudad de México, y con otros estados, logran darle la importancia que en años venideros tuvo. Además de que las inversiones de capitales nacionales y extranjeros en esa zona, están en juego.

Los recursos para levantar la zona Costera y los hoteles que se encuentran enclavados ahí, será una tarea titánica y millonaria. Así como ese destino, se encuentran otros que estarán seguramente en la agenda de ese Gabinete Turístico Federal.

Para ello, el Gabinete ya tiene enfilado algunos puntos de importancia; El impulso a la innovación y promoción de los destinos ya existentes; respaldo al turístico cultural, ecoturismo, turismo de aventura, salud, deportivo y de lujo; el tercero fomento y promoción respaldando a los destinos ya existentes y el cuarto, el importante respaldo al turismo sustentable, de la cual dejó muy claro Peña Nieto que, no será una opción, sino una obligación.

Y claro, está consciente que sector turismo genera 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), 5 millones de empleos indirectos y 2.5 millones directos, y que esto se podría aumentar con políticas que brinden pleno impulso al sector. De ahí la creación de un gabinete turístico, en donde obviamente la Secretaría de Turismo lidera y a quien el presidente dio la instrucción así como a la secretaria de Economía, a desarrollar una agenda de competitividad para cada uno de los destinos turísticos de México.

Fonatur y Cancún

Porque será que algunos miembros del Sector empresarial de Cancún, insisten en ver todo de color negro.

Ciertamente, el Fonatur, no está pasando por uno de sus mejores momentos. También es cierto que el déficit financiero no es el más saludable, pero, lo cierto es que, la nueva administración federal ya ha anunciado a través de su Director General, que sí existirán recursos para renovar o mantener la infraestructura existente y hasta para el mantenimiento de los centros turísticos que se requieran.

Las declaraciones del siempre polémico Francisco Córdova Lira, se dan siempre justo cuando siente que trastocan sus “intereses”. Al empresario cancunense, le preocupa que Fonatur no siga manteniendo impecable algunas zonas de Cancún. Seguramente será por la que el habita o por donde se encuentran sus oficinas o las de sus “cuates”. La Solidaridad del destacado panista, nuevamente queda en evidencia.

Las finanzas de Cozumel.

Y hablando de evidencias e intereses, por la red anda circulando una nota de un medio digital que se ha empeñado en denostar en contra del alcalde de Cozumel, Aurelio Joaquín. Habríamos de decir con franqueza que si bien es cierto que el alcalde tiene su muy original forma de manejarse, no amerita a que, por falta de recursos, chayos o convenios, se le trate de enlodar como forma de presión.

Usar a 3 trabajadores supuestamente despedidos por el gobierno de Cozumel para señalar movilizaciones, reclamos y huelgas, es risible. Es entendible la preocupación y hasta el coraje de los despedidos. Tendrán sus razones para exigir y llevar su inquietud a las instancias necesarias. Lo que no es entendible, es que los usen, para presionar al alcalde a “soltar” algún recurso.